lunes, 2 de marzo de 2009

FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA DEMOCRATICA

El término “democracia” ha tenido diferentes connotaciones en el devenir histórico del ser humano, analicemos algunos puntos de vistas para iniciar un proceso reflexivo en estos momentos coyunturales que esta viviendo el país.

El primer elemento que se necesita para comenzar a formar la conciencia democrática es garantizarle a la gente que va a vivir”, es decir, necesitamos garantizar hacia el futuro el derecho a la vida como el bien supremo y como el elemento sustentador y fundamentador de la democracia.

1- Derecho a la democracia significa derecho a la vida

Al reflexionar sobre la democracia desde su ámbito de la social-democracia, nos dice Francois Mitterand: “El gran derecho a defender es la vida. Sin la vida no existe legitimación alguna para hablar de democracia”. Si la democracia no nos habla, en primer lugar del derecho a vivir, no tiene sentido exclamar: ¡Viva la democracia! Vivir no es simplemente tener garantizada la supervivencia, sino que es, además, el camino que se emprende rumbo a la calidad de vida, al desarrollo, al progreso humano y social.
Ante la avalancha abortiva de la cultura actual, el derecho a la vida comprende, si hablamos de una verdadera democracia, la vida no nacida. De hecho yo no entiendo cómo en un país se hable de democracia y de búsqueda de la democracia, y al mismo tiempo se promuevan leyes a favor del aborto.
Derecho a la vida tienen los niños afectados por la desnutrición, que arrastran minusválidamente su supervivencia. Derecho a la vida tienen aquellos para quienes la democracia no ofrece ni siquiera el mínimo de garantía para la supervivencia y menos aún la calidad de vida, que es su fundamento.
Derecho a la vida tienen los que son de color diferente. Derecho a la vida tienen los que arrastran consigo la nacionalidad de sus países pobres y que hoy son privados de la vida, en el despertar xenofóbico de algunos países ricos. Derecho a la vida tienen los emigrantes, no solamente los nuestros en Norteamérica, sino también los que nos llegan a nosotros. Derecho a la vida tienen los que piensan diferente a nosotros.
Derecho a la vida tiene aquel que arbitrariamente ha dispuesto de la ajena. Insisto en su derecho a vivir porque estamos asistiendo a la peligrosa tendencia a engolosinarnos con estos enunciados de derechos que se requieren para vivir una vida auténticamente humana.
En su obra “Proceso civilizatorio”, Darl Sirimello insiste en que es preciso que haya “ser humano” para predicar sobre el ser humano, en la medida que todo adjetivo requiere de un sustantivo para tener sentido real. Así, como decir “bello” requiere de un sustantivo al que hacer referencia, de igual manera “democracia” se convierte en adjetivo de “vida”, sin el cual nada significa.
Entre muchos “bien pensantes” pero mal-actuantes, se está dando hoy en día un curioso preciosismo de los derechos adjetivos propios, que excluye, sin embargo, el derecho de los otros a existir. Basta escuchar cómo se clama lo propio y cómo se calla cuando de lo ajeno se trata. Reclamamos seguridad para nosotros pero, ¿le damos seguridad a aquellos que no tienen voz para reclamarla?

DERECHO A LA VIDA SIGNIFICA DERECHO AL DESARROLLO

Cuando afirmamos que el derecho a la vida es la base real de la democracia, nos referimos no sólo al no morir, sino a la búsqueda del mejor vivir, de la calidad de vida. La democracia crea conciencia democrática cuando promueve el derecho al desarrollo.
Es posible que a algunas personas no les guste la palabra desarrollo, tal vez porque les evoca los fallidos, frustrados o inexistentes planes de desarrollo de nuestros países, perfilados dentro de una visión puramente economicista. De hecho el desarrollo se ha visto hasta ahora únicamente en su dimensión de progreso y este, a su vez, no nos ha servido de mucho, si tenemos en cuenta que, paradójicamente, los países más pobres del mundo suelen tener todos los indicadores de progreso.
Efectivamente, en los países pobres podemos encontrar todas las señales de status, supuestos indicadores de progreso; sin embargo, en la dimensión social comunitaria del progreso que es el desarrollo, no hallamos nada. El problema no es el progreso, el problema es el desarrollo.
La destrucción del medio ambiente, la pobreza, y lo que es peor, la pérdida de ideales, de crecimiento, de productividad, de expectativas, ha dejado entre nosotros, los latinoamericanos, una indigencia superior al 45%. No podemos plantear la democracia en términos de adopción del progreso: la democracia ha de asumirse en términos de un verdadero plan de desarrollo.
Cuando hoy día se habla de derecho al desarrollo hay que entender que se trata de la búsqueda del equilibrio, al menos en lo que se refiere a la polarización entre riqueza y pobreza. No se trata de abogar por la utopía de un mundo donde no haya pobres, pero al menos que intentemos buscar un equilibrio en las relaciones entre la riqueza y la pobreza, donde la democracia consista en que también los pobres disfruten del derecho al saber y al poder. De otra manera no hay nueva democracia.
En América Latina está surgiendo una fuerza de poder de la pobreza en el sector informal, fuerza que debe ser protegida porque es un elemento a través del cual la democracia es fundante.


EL DESARROLLO TIENE UNA DIMENSION PERSONAL Y
COMUNITARIA

La urgencia de equilibrio interno en nuestros países, se corresponde además a la urgencia de equilibrio internacional. Si reclamamos justicia internacional, debemos comenzar con cumplir nacionalmente con esa misma dimensión de la justicia. Es paradójico ver cómo nos quejamos ante los países desarrollados, nos unimos y levantamos la voz en reclamo de justicia internacional, la misma que, sin embargo, no estamos dispuestos a dar nacionalmente a los que son más pobres que nosotros.
El desarrollo tiene una dimensión personal y comunitaria. No podemos pensar en el desarrollo en términos meramente colectivos, obviando el ámbito de la persona, sus ideales de vida, su desarrollo cultural y moral, en fin, su desarrollo humano. No se trata de colectivizar el destino, pues el colectivo ya no existe; existe la comunidad, la “común unidad” como el elemento generador de la democracia en el que la persona encuentra en sí misma y en el otro las dimensiones reales de su acontecer.
Los estudios llevados a cabo por organismos internacionales a menudo revelan cifras maravillosas y nos abruman con datos y a lo mejor detrás de esos datos, bien, malo o regularmente obtenidos, se oculta una nación en desgracia, lejana a la auténtica democracia. Ya es hora de desterrar el concepto economicista de desarrollo que entiende que la tasa de crecimiento industrial significa necesariamente desarrollo económico y que éste significa a su vez desarrollo humano, moral, mental y cultural. Hemos de reconocer que en las civilizaciones llamadas desarrolladas, existe un atroz subdesarrollo humano y que la democracia se vincula al desarrollo cuando existe una capacidad real de desarrollo humano, moral, mental, espiritual y cultural.

DEMOCRACIA SIGNIFICA DERECHO A SER HUMANO

¿Qué significa ahora, ya entrado el siglo XXI, ser humano? La pregunta por el ser humano, lamentablemente, suena hoy al oído de los académicos y de los universitarios como una cuestión retórica, algo indigno de la ciencia, uno de estos temas para escribir libros que no conducen a ninguna parte. Sin embargo, es la pregunta central. ¿Cómo lograr nosotros, los que vivimos en una democracia, ser cada vez más humanos?
La mayoría de las personas de hoy día se animan con el bienestar que ofrece la cultura de consumo de la misma manera en que mi generación vibró con la revolución. Sin embargo, el resultado es el mismo, porque ni la revolución de ayer, ni el consumismo de hoy se pensaron en términos de ascenso del hombre, sino en términos en los que el hombre se consume a sí mismo en la ilusión de un desarrollo a costa de su propia humanidad.

SER HUMANO SIGNIFICA TRASCENDER

Ser humano significa rescatar el derecho a ser trascendente, al menos, como dicen algunos, elaborar utopías que orienten al acontecer humano
hacia instancias personales y comunitarias de mayor felicidad.
¿Para qué vivimos? ¿Qué significado tiene este esfuerzo? ¿Qué significado tiene la política, la economía si cuando uno se marcha de este mundo no ha dejado un mundo mejor que el que encontró?
A pesar del progreso y del consumo, 24 millones de niños mueren cada año de pobreza y más de mil millones de personas en el mundo son analfabetas. ¿Qué significa, entonces ser humano?
Ser humano significa saberse parte de un proyecto, parte activa y actuante. Cuando una sociedad no ha diseñado un proyecto, todos los esfuerzos se dispersan y se frustran. El derecho a ser humano implica el derecho al sentido de la vida, es decir, a poseerlo y hacer de él el eje de nuestra transitoria presencia. En este sentido, el asunto es grave porque una sociedad municipal, regional, nacional, latinoamericana o internacional que no tenga un proyecto está condenando a los que están inmersos en ella a actuar comunitariamente sin sentirlo. El derecho a ser humano significa poder encontrar en la democracia un sentido de la vida.

SER HUMANO SIGNIFICA SER SOLIDARIO

Ser humano significa ser solidario. “Solidaridad” proviene de “solidez”, del adjetivo “solidum”, es decir, “sólido”. La solidaridad, para ser tal, debe ser sólida, no puede ser vaporosa, ni puede confundirse con meros asistencialismos. “Sólido”, a su vez, proviene de otro sustantivo viejísimo, pariente de la palabra “suelo”, es decir, “solum”: algo afincado en la realidad, en este suelo. La solidaridad, entonces, es el elemento de la democracia más colocado en la realidad y más sólido en su expresión y configuración.
Hacer de la solidaridad no sólo un derecho, sino además un deber supone un peligro para la democracia del siglo XXI. Aquellos que se confiesan pertenecientes al ámbito cristiano tendrán que asumir que los compromisos con la democracia son los compromisos más expresos con la vida concreta, con la persona humana. Por estos compromisos correrán el riesgo de ser tildados por un epíteto feísimo: esa persona es solidaria, por ende representa un peligro social.

Si se adopta la solidaridad como elemento base de la democracia se asume el deber de no diseñar estrategias que comporten un injusto “costo social”, es decir, el sacrificio de vidas humanas por el bienestar de otros. Si se aplica, por ejemplo, la solidaridad como un elemento formador de la conciencia democrática, no hay derecho a implementar una apertura económica que profundice la pobreza de los más pobres, o acreciente la suma de aquellos que se balancean a la orilla del abismo. Anunciar la solidaridad como derecho y como deber fundantes de la conciencia democrática exige que la democracia crezca, antes que por el número de jornadas electorales, desde la satisfacción de las necesidades mínimas de la vida en el aquí y el ahora. Pues, la democracia más que una forma de gobierno es una forma de vida.

El derecho de la solidaridad implica:

… Una estrategia clara contra la pobreza.

El derecho de solidaridad, para ser un elemento fundante de la democracia, demanda en el hoy latinoamericano una estrategia clara contra la pobreza, y no hay otra estrategia posible contra la pobreza que la del empleo. Una democracia en América Latina incapaz de generar empleos es una democracia demasiado frágil.

… Un derecho ecológico a un ambiente sano.

El derecho de solidaridad como elemento fundante de la conciencia democrática, reclama un desarrollo que proteja el medio ambiente y lo promueva, porque es nuestra casa común. No se puede aceptar que se siga produciendo riquezas para unos pocos y que en cambio los resultados de la depredación sean el fatal patrimonio de todos. Es así como el derecho de solidaridad se transmuta en un derecho ecológico a un ambiente sano, que es el siguiente escalón de la escalera que estamos intentando conformar para alcanzar una auténtica democracia.
La democracia que se funda en la solidaridad y en una visión de la ecología humana puede llegar a considerarse peligrosa. Por eso, cuando del ejercicio de la solidaridad se desate la protesta, estoy seguro que quienes la profesen serán combatidos y perseguidos, pues esta concepción de la democracia no la fundan los políticos, ni los economistas, ni los ministros, ni siquiera los partidos. Se deriva de un acuerdo entre gentes sensatas.


La Familia como escuela de democracia.

La escuela real de la democracia ha de ser, y de hecho lo es, la familia. Sin un ámbito familiar en el que desarrollar la percepción y la convicción de la participación, de la solidaridad y del respeto a la vida, las personas y las sociedades, los pueblos, saldrán hacia la búsqueda de una democracia social con muletas, con el “comején” en el alma.


LOS DELITOS CONTRA LA DEMOCRACIA

Delito contra la soberanía.

“El delito contra la soberanía se cumple cuando se le quita a un pueblo el derecho a decidir lo que quiere ser”, esto es, cuando no se convoca a la nación y a la comunidad a expresar con claridad un consenso sobre aquello que se quiere que la comunidad sea.

Delito contra el medio ambiente.

Se cometen delitos contra el ambiente cuando las decisiones de los empresarios y de los economistas conducen a la degradación de la tierra. De nada le sirve a un país explotar sus recursos para beneficiarse de una riqueza transitoria, si la degradación del suelo de la nación será permanente.

Delitos contra la persona y contra la comunidad.

Se cometen cuando se les impide a las personas mirarse entre sí, elegir un camino y, solidariamente, buscar un poder que cambie lo que es preciso cambiar. Se comete un delito enorme contra la democracia al mantener la comunidad desorganizada, porque desorganizada la comunidad se gobierna más fácilmente.
Igualmente, es un delito contra el ser humano y la comunidad negarle el derecho a llegar a ser lo que debe ser, negarle el derecho a la paz, que es lo que cotidianamente goza cada uno de nosotros.
La nueva democracia debe rescatar aquella vieja enseñanza de que no ha sido hecho el ser humano para la economía, sino ésta para el ser humano. Los proyectos y programas de los gobiernos, deben tener en el hombre el sujeto regente de las medidas económicas y no como acontece hoy día en donde el éxito de la economía reclama permanentemente, como el minotauro, la ofrenda de vidas humanas.

ESTAMOS VIVIENDO EL MOMENTO DEL “HOMBRE
LIGHT”

Esta sociedad está enferma y no lo sabe. El hombre de hoy es hedonista, consumista, permisivo y relativista, características que conforman una tetralogía nihilista impregnada de materialismo.
Estamos viviendo el momento del “hombre Light”, un hombre sin sustancia, sin contenido, entregado al dinero, al poder, a los éxitos ilimitados y sin restricciones, y con un gran vacío moral. Un hombre sin humanidad y sin referentes, alejado de la felicidad, aunque materialmente lo tenga todo. Un hombre que, al descubrir el pragmatismo ha hecho de la democracia y de la política el “arte de lo posible”, descartando todo lo que “no sea posible”. Con este hombre no se construye la democracia.
Si ese hombre tuviera sustancia, la política se convertiría en “el arte de hacer posible lo deseable”: ya tenemos un desafío.
Todo le interesa al hombre “Light. Todo lo acepta porque no tiene referentes. Su única ética es que todo vale, con tal que se tenga éxito. Profesa el materialismo porque busca ser reconocido, y lo es por lo que tiene. “Cuánto tienes, cuánto vales” es el principio de la actual filosofía, así como la carencias de utopías.
Si queremos alcanzar el tercer escalón de la democracia, tenemos que cambiarle a la gente el fundamento de la conciencia democrática, que es volver a tener seres realmente humanos.

NOS HEMOS CONVERTIDOS EN BONSAIS

Los bonsáis son arbolitos muy costosos y muy bellos. Sus ramas están cubiertas de hilos y alambres que las unen unas a otras, “esclavizándolas”, obligándolas a hacer todo lo contrario a lo que es su naturaleza. Mientras más esclavo sea el bonsái, más bello, más artístico, más costoso.
Cada l5 días o una vez al mes el bonsái requiere de un tratamiento que consiste en cortarle las ramitas, vincularlas mediante ganchos a otras ramitas, escarbar bien las raíces y mantenerlas cortadas permanentemente para que no crezcan.
Los fabricantes de bonsáis creen haber hecho una obra de arte, igual como lo creen nuestros políticos y nuestros educadores.
El ciudadano es un bonsái. ¿Qué sabe del destino nacional, del modelo de sociedad, de aquello a que la nación aspira? Le permitimos que vote, pero no le ilustramos en la realidad política. Le cortamos, en cada campaña electoral, las raíces y le arreglamos el follaje. Terrible realidad, la maldición eterna del bonsái, un cedro de cuarenta metros convertido en un arbolito de sesenta centímetros de altura, incapaz de albergar ningún nido, ningún ave, o escuchar siquiera un trino.
Nuestra gente también es bella, y lo es por igual nuestra educación, pero es educación de bonsáis.
La formación de la conciencia democrática parte de la recuperación de la familia, parte de la educación, en la medida en que ésta enseñe a las personas a librarse de sí mismas para vincularse a proyectos superiores en los que estén presentes tanto las necesidades materiales, económicas e intelectuales, como las necesidades trascendentes, espirituales.
Cuando Vaclav Havel habla de la democracia dice lo siguiente: “No me engañen con una democracia hecha puramente de elecciones”. Un país puede no tener un gobierno democrático, pero si su gente tiene sentido democrático y vive democráticamente las ambiciones de llegar a ser más, esa democracia vale mucho más que la democracia formal de los gobiernos.
Concluyamos de esta manera: cuando llega la hora de la verdad, la democracia es el único sistema en que se puede ser verdaderamente, auténticamente humanos. Lo demás, sobra. Mientras eso no se tenga, mientras no haya un ser humano vivo y pleno de valores, será imposible formar conciencia democrática.
Nuestra tarea consiste, entonces, en comenzar a generar el nuevo ser humano digno de una democracia que él mismo diseñe.



Resumido de una conferencia del Dr. Guillermo León Escobar en el Seminario “Ética de la Economía y la Política”, llevado a cabo en la UCSD del 6 al 10 de diciembre del año 1993

9 comentarios:

  1. nombre: Donarquis Armando Santana Cuevas
    Matricula: 100030559
    Filosofia 011
    Horario: Sabado de 7 a 1 AM
    Seccion: 09

    yo pienso que debemos pensar y reflexionar antes que benga el momento dificil que estamos viviendo en el pais.

    yo entiendo que debenos aprender a formarnos para un futuro y haci garantizar la vida para vivirla mejor ya que el derecho a la vida nos enseña como seres humanos al aprendisaje y el entendimiento de la democracia.

    DERECHO A LA DEMOCRACIA SIGNIFICA DERECHO A LA VIDA.

    yo entiendo que todo ser humano tiene derecho a triunfar, a persar, opinar, reir, a orientarse y a orientar el que esta desorientado.

    tambien tiene derecho a tratar cosas interna para regir bien su vida como tiene que ser para un fin.

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  2. Antonio Féliz
    Matrícula: 100031727
    Sec. 9

    Estoy de acuerdo con usted, y es que el gran problema que tenemos es que la mayoría de los políticos no consultan con las comunidades, no buscan consenso, ni trazan estrategias, ni objetivos claros y por tal razón viven dando palos a ciegas. Cuando no se tiene identidad no se sabe que hacer ni como actuar.

    En las instituciones y organizaciones las metas deben ser claras y alcansable así como tener una visión y misión definida, querida y creída por todos sus miembros, para construir un buen modelo político ético.

    Las éticas de la política asume organizar la sociedad y esto no le conviene a algunos políticos y muchos de ellos usan el poder para servirse y no para servir a la sociedad, porque mientras más desorganizados se está mayor es la división y la ignorancia, y por tal razón más fácil es engañar. Y el Estado debe cambiar la política clientelista en la que se ha mantenido durante los últimos años, fabricando empleos innecesarios y funcionarios infucionales.

    Para tener un buen modelo ético se necesita tener presente siempre los principios y valores de la nación y lo más importante sentirnos todos llamados y comprometidos porque como dice la anécdota TODO ESTÁ EN NUESTRAS MANOS.

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  3. Lo que yo he podido entender es que el ser humano no se vale por si mismo y no se valora.que deven tener sentido de la vidad para un mejorar el futuro y deven descubrirce y pensar las cosas que trae la vida. nombre:yohanna cuevas terrero
    matricula:100047361
    seccion:02
    horario: 10:00 am a 1.

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  4. El derecho a la vida es el primer elemento para un conciencia democràtica.
    Democracia e igualdad; todos queremos vivir y por ende que los demas tambien vivan.
    La democracia no es simplemente la supervivencia es el desarrollo, es oportunida de trabajo, buena educacion, el derecho a vivir.

    Hay algo que no entiendo, si estamos en un supuestamente democràtico, son tan solo los mas poderoso que tienen mas oportunidades. solo algunos tienen derecho al trabajo, se practica el aborto y se supone que la democracia es vida.

    MARÌA A. MENDEZ
    MAT:100047453

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  5. Nombre: Mirela Feliz Mateo
    Matricula: 100045748
    Sección: 06
    Materia: Fil-011
    Horario: 4 a 6:50 pm


    Derecho a la democracia


    Nos ayuda a reflexionar sobre la vida el articulo es muy interesante porque dice que como podemos gritar que viva la democracia si por otro apoyamos la ley de si al aborto
    Nos ayuda a crear conciencia y respetar la vida humana

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  6. wuanda carrasco
    matricula DE 4660 .

    A l igual que esos niños nosotros tenemos la oportunidad de cambiar este el mundo si no los proponemos esta en nuestras manos si en realidad deseamos hacerlo , para nadie es un secreto que lo que estamos viviendo es grande y nadie dice o hace nada , la mejor forma para enfrentar esos problemas seria que nos interesara mas lo que hacen los que nos gobiernan de mala manera esos a los que no le importa mas que llevarse todo el dinero que puedan a su bolsillo ,para nadie es un secreto que la política en nuestros pueblos es un relajo y no aparece nadie que se involucre en esas cosas debiera ser todo diferente , la tarea del político es crear un liderazgo de participación , del dialogo y eso nunca se da , que pena cuantos sueños inalcanzados por una parte de la sociedad que si quiere avanzar pero son tantos los muros y las barreras que hay que saltar ,una de las cosas que nos lleva al fracaso es que cada generación se encuentra con una nueva problemática , muchas personas solo quiere vivir sin pensar en nada sin saber el daño que esto puede causar en su vida . debemos tener la mente clara para poder actuar , para ver si podemos hacer algo por esta tierra que tanto lo necesita , poner los ojos hacia nuevos horizontes para lograr que la vida y que nuestra política cambie de manera que podamos sentirnos orgullosos de nuestro país .
    Banda carrasco

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  7. La familia para desarrollar la percepción y la convicción de la participación, de la solidaridad y del respeto a la vida, las personas y las sociedades. Esencial para el desarrollo de una democracia participativa. Tendríamos que hablar de los mecanismos para lograr esto en una sociedad donde se fomentan los anti-valores por todos lados, que produce individualismo y alejamiento de la comunidad. Por otro lado, el modelo que se tiene es la búsqueda desenfrenada del poder para enriquecimiento particular. Cuando se hable de independencia del poder político sobre los intereses grupales entonces estaríamos dando los primeros pasos hacia una democracia real.

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  9. El artículo es muy bien concebido ,tiene un mensaje claro, humano y solidario resuena con algunos de mis criterios en los cuales manifiesto que lo más importante en nuestra vida es la vida misma, pero esta debe ser conciente y con posibilidad de desarrollo que se puede lograr a través de la Armonización Vital Holística Holosergetica ver blog vivenciesalud. blogspot.com

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